El Primer Círculo

Wednesday, December 29, 2004

Coño

"¡Coño! ¡Se lo creyeron!"
- García Márquez, relatando lo que pensó cuando se enteró que recibía el Premio Nobel de literatura.

Cuando alguien pide que se quemen todos sus escritos (o lo que haya que quemar dependiendo el contexto) le está dando cierta importancia a su obra. Tomemos este caso típico, "es paja, todo lo que he escrito es paja". ¿Pero si fuera tan abiertamente paja por qué el temor a que las futuras generaciones, o tan sólo algún despistado, se pierdan en su obra. Para decirlo a la manera de Ockham, tendría que ser una paja muy chingona.
Además caben dos posibilidades. O bien conviene echar a la hoguera aquello como opuesto a lo que debería permanecer, o bien todo convendría más bien quemarlo y el moribundo (como suele suceder en estos casos) sólo está haciendo su parte.
Optaría yo por la segunda opción, pero no desde la situación cínico-nihilista. A veces me parece estúpida esa actitud de atesorar los productos literarios como joyas irrepetibles. Los hombres nos las vamos arreglando a través de los milenios y van saliendo cosas y quieren decir más o menos lo mismo. Ni siquiera el sagrado Dharmma es impermanente, y según la tradición algún día dejará de ser comprendido.
Mientras tanto yo aquí encerrado seguiré intentando hilar oro con paja. O paja con oro. Hace tiempo que no sé la diferencia.

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