El Primer Círculo

Thursday, February 24, 2005

No era martes

Se habían conocido afuera de la escuela.

- ¿Seguro qué no va a aparecer mi nombre?

- Por supuesto, en esos casos se pone “un informante allegado”, “un empleado”, ¿no te has fijado cuando lees el periódico?

- Casi no leo el periódico.

- No te preocupes, entonces quedamos en mil pesos ¿verdad?

- Si....

Jorge comenzó a hablar de su mejor amigo, el hijo del gobernador, y del escándalo que lo rodeaba. “De todos modos esto ya lo saben, o se iban a enterar, da igual, en unos meses nadie se va a acordar”. No tenía idea de que estaba hablando mucho más de lo que el reportero estaba esperando y no sospechó nada cuando el reportero lo invitó a tomar algo.

- Vámonos aquí enfrente para estar más a gusto, ¿no? Lo usual en estos casos es que yo invite.

Ambos pidieron una cerveza. Jorge no había pensado en la posibilidad de decir verdades a medias, o incluso mentir descaradamente a favor de la familia del amigo. Incluso temía no estar dando información suficiente por el dinero que acababa de recibir. No había comido nada en todo el día, le dolía un poco la cabeza.

- ¿Te parece si ya nos vamos? Todavía tengo que llegar a escribir esta nota y otra antes del corte.

- Me quedo a tomar otra cerveza.

- Ah... la prepa... No sabes cómo te envidio. Bueno, chao, gracias por todo.

El “chao” y "la prepa" se le quedaron clavados uno en cada espinilla, como s. Pidió un whiskey, que bebió durante el tiempo en que se terminaba un cigarro, pagó y salió. Se sentía miserable, pero a la vez estaba muy interesado por unas piernas lechosas que caminaban bajo una minifalda. Aumentó el paso para contemplar el rostro de la muchacha. No sabía si le gustaba. Un tipo cubierto de estiercol se acercó con un casco en la mano y le pidió dinero para su novatada. Le dio cincuenta pesos e inició el camino de regreso a su casa. Los árboles y los arbustos le parecían nuevos. Especialmente los arbustos.

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